Maia (66) es una cerrajera que tiene una tienda en Buenos Aires y en su tiempo libre confecciona llaves que la llevan a otros mundos. Un día una anciana le entrega una llave en mal estado que requiere arreglo, pero tras numerosos esfuerzos falla cada intento. Maia frustrada resuelve ingresar en el mundo de la llave para lograr comprender como poder arreglarla. En el camino se encuentra con un joven mal herido que rescata y lleva a su mundo. Para la sorpresa de Maia el joven era el hijo de la anciana, que conmocionada se encuentra con él en su tienda. Tras el reencuentro el mundo dentro de la llave se arregla y ambos abrazados cruzan la puerta.